Woman in three stages - Edvard Munch
Inspirarte de repente para entrar en el mundo soñado. Antes
era una pared que se interponía, ahora parece una cortina. Sería tan
significativo el hecho de cruzarla, que solo pensar en fallar, basta para que
el miedo te detenga.
Son tan intensas y tan repentinas estas sensaciones que te
empujan y se detienen en cualquier momento.
Como un disparo.
¿Será que los disparos están contados?