miércoles, 7 de marzo de 2018

Como agua de inodoro a una nalga (reedición)

Mi primer recuerdo es su cara mirándome
abiertamente
por varios segundos que parecieron minutos
el iris
es de un color que parece resultado de mezclar
dulce de leche con chocolate
no tiene nada negro
debe ser por eso que la pupila se ve tan contrastante

a veces quisiera ser muy pequeña y finita
para dormirme en su iris
mientras él contempla el universo

sus ojos se arquean hacia abajo
en ambos extremos de la cara
con un aire melancólico
pero no hay nada triste en ellos
tampoco son fuente de ninguna alegría exuberante

simplemente son un espacio en el tiempo
donde sientes de golpe
toda la belleza que puede haber en el mundo

su fuerza me obligó a volver
y nunca más he podido irme.

Si supiera que son tus manos y no tus ojos
me atrevería a conversarlo contigo
Porque tus manos las evito,
pero tu mirada es la radiación ya esparcida
sin reversa
sobre víctimas desprevenidas


Lo que más me agobia no es tu efecto en mí
sino tu falta de reacción
ante este espiral de emociones con las que intento salpicarte

a veces
solo un poquito
para que no te alejes demasiado

como agua de inodoro a una nalga

Sabes que es adicción porque siempre vuelves


ahí me di cuenta
cuando volví
me sentí adicta
pegada
no hay ganas de irme
no existo ya
en otro lado
no tenerte
peor es tenerte
porque siempre necesito
tragarte
entero
comerte
el oral me da miedo
porque en un punto siento
que una vez adentro
no te devuelvo más

No me saques nunca de adentro tuyo

yo no te saco nunca de acá
tal vez escupo
a veces
lo que sobra
pero en esencia sigues
entre un 
órgano y otro
agazapado
tranqui
enrollado
como un gato
o por momentos
esparcido
en los rincones más internos
no hablamos
estás lejos
no te veo
pero desde mis tripas
te siento decir 'hola'

domingo, 4 de marzo de 2018


Ese dolor
rojo
abajo

¿Será así como se siente que te abran las entrañas?

el mundo se me escurre
sin control
entre las piernas
con lo que me cuesta todos los días
mantenerlo adentro

Hay veces
que me baño y no sé
si el rojo que se escurre
corre
y se pierde por el desagüe
viene de mis piernas
o de los colores de mi cabeza
o si es de alguna otra herida que tengo
en algún lugar
que aún no me he atrevido a ver de frente

el dolor abajo
y el rojo
vienen y se van a su ritmo

lo miro irse
mezclarse
con los demás
con el agua transparente

es un sentimiento nostálgico
el que me queda
cuando el rojo
y los otros
me dejan

A tu guerra no fui (Reedición)



“(…) Y es así
Como se va enredando el cuento,
como se va torciendo el tiempo
Como te quedas ciego
y es así, y es así, y es así
Como te vas creyendo tus propias mentiras
Y luego el silencio se vuelve un lamento de guerras perdidas
De guerras perdidas (…)”
-Bacilos, ‘Guerras Perdidas’

Me perdí el encuentro que definió nuestro futuro
aunque en realidad no haya ninguno

Una parte de mí lo supo, pero olvidó avisarme

Yo tampoco habría escuchado
porque no creía en palabras de niños
y porque en esa época me ocupé sembrando y escogiendo verduras
en mi nuevo hobbie de entonces, que era el huerto
Las berenjenas y pimentones me distrajeron con sus colores
y el jugo de los tomates ocultó las lágrimas
confundí la sangre en las rodillas con tierra
y te traté de negligente por no ayudarme con los retoños
olvidando que no podías arrodillarte

Un día de noviembre
terminando de recoger la cosecha que sobrevivió a la lluvia
vi una carta bajo mi puerta
Era una carta sucia
con manchas de dedos
y bordes quemados

La abrí e inmediatamente se me cayeron los tomates

Era un ÚLTIMO AVISO
con varias páginas de PREAVISO anexadas

en ese momento entendí  todo:

Perdimos