martes, 27 de octubre de 2015

No hay nada que perdonar
¿Cuándo ha servido para algo la culpa?
¿Cuándo?
Para qué le sirve la culpa al ofendido?
Tú me incomodas
con tu aura de vidrio templado
Yo te incomodo con mis gritos y mi explosión de tripas que manchan paredes
ya hace más de una semana que no te veo
y no importa
porque sé
que en ningún momento te extraño más
que cuando te tengo al lado

A veces me da miedo
y te quiero preguntar
por qué no te pareces tanto
a mis recuerdos contigo
no cruzo más con tus pupilas
ni tropezamos las manos
abajo a propósito
el hilo está roto
no hay quien ate
estos cabos
Fue como cuando estás pescando

De pronto pica un pez
muy grande, muy grande
y te hala él a ti!
Te hala
te lleva el pez
te hala!
Y te caes al agua!
Te arrastra
y como que luchas
pero no hay caso
te arrastra por todo el mar

Hasta que nada,
te hundes en el agua

y me vuelvo sirena contigo.

martes, 13 de octubre de 2015

La destrucción

Fue hermoso.
Aunque en todo ese tiempo sólo estuvimos de acuerdo en dos oportunidades:
Cuando dijimos que queríamos pasar el resto de nuestra vida juntos y cuando decidimos terminar.
Nunca había amado a nadie de esa forma.
Ese sentimiento de abandono de tu propia vida, de la lógica, de lo que esta bien y lo que está mal, del arriba y el abajo de este mundo.



















Es tan fragil la línea entre tener todo claro y no saber nada
Me hubiese drenado la sangre, para que con ella pintara el balcón, o jugara "triki" en la pared
Por él habría matado cachorros golden retriever
con tijeras
y quemado hectáreas enteras de tulipanes
El amor no tiene nada que ver con la vida, porque no hay lugar en la vida para el amor
el amor te saca de lo que es la vida y te tira en un lugar sin reglas o con reglas nuevas
sin ley, sin certezas, sin verdad
Debe ser más parecido a la muerte. Un lugar donde todo lo conocido deja de existir.
Un silencio
un vacío
sin gravedad
sin luz
donde solo está el deseo de pasarle el alma al otro por la boca
donde solo existe el instante en que lo logras

nunca había sido tan libre
nunca había sido tan feliz
al fin
la destrucción

Rencor

“Son sus ojos de cachorro, lo que no cambiaría por nada. Esas pupilas marrones, tibias y suaves como mousse de chocolate, que no se pega, que son como nubes que acarician mis mejillas, que abrazan desde atrás mi cintura y me dicen que estoy linda. Esas pupilas grandotas, enmarcadas  por dos cadenas de pestañas con la densidad perfecta, tan lisas, con una curvita ligera, con ese sutil brillo que indica una hidratación equilibrada y que en las esquinitas se unen en paz, dejando la forma almendrada más serena y dulce de la tierra. Son mi cielo, mi paraíso después de la muerte.”
Yo estaba tan cómoda entre mi soledad y mis melancolías, esporádicas o constantes, pero ante todo predecibles y controladas, para que venga este pendejo a cambiarme la vida.
En este momento le sería infiel, sólo para vengarme de que me haya hecho quererlo. Para que vea que aunque se apoderó de mi corazón, igual soy capaz de hacerle daño. Para que recuerde que no hay garantías en esta vida.
Maldita necesidad de afecto. Es desagradable.
Ya no puedo escribir sobre desamores pasados, sus bajezas y las decepciones que me causaron. Trajo consigo una especie de esperanza
Rosa
Con lilas y estampados de florecitas primaverales
Son sus ojos de cachorro, como los imaginaba, los que he soñado siempre: serenos, marrones, llenos de ternura, pendientes de mí. Son esos ojos de cachorro, que tanto busqué y luego supe que nunca iba a encontrar, pero que él ahora lleva en su cara como si nada, los que han construido alrededor mío esta cárcel de mimos y besos.
Sus atenciones me robaron la vida.
Ya no sé cómo ser yo.
Me enamoró y nunca se lo voy a perdonar.


Precolombino

Extraño tu cara de desvalido
tu flacura de huérfano
tus piernas torcidas de calle
que caminan lentas
con esos pies de indio precolombino
tan grandes y estables
con la piel tostada
como si hubieses crecido al sol
y de repente tus ojos marrón claro
y de repente tus ojos miel
y de repente tus ojos caramelo colorado
y de repente tus ojos verde aceituna
y de repente me encuentro haciéndote un poema un lunes
sin pensar siquiera
a palo seco
sobria
tu voz todavía me resuena adentro
y un poco me hace vibrar el pecho
como un hipo
pero lento y espaciado
mucho más sutil que un hipo
imperceptible
solo me doy cuenta yo
cuando miro hacia abajo y no esta tu cabeza
tupida, forrada de pelo
sin ojos, sin cejas, sin boca
todo pelo muy negro, muy liso, muy limpio
con olor a champú de mujer
a champú de madre
a champú de hermana
de novia
todo tu pelo contra mi 
y me doy cuenta
ahora me doy cuenta
que no puedo respirar ya
sin tu pelo en mi cara