Mi primer recuerdo de él
es su cara mirándome
Abiertamente
Por varios segundos que
parecieron minutos
Puedo decir que desde que
lo conocí
Sus ojos me miran
Las pupilas de ambos se
quedaron pegadas al instante
Por una fibra invisible
Tensada
Que cuando dejé de verlo
Siguió sintiéndose ahí
Su fuerza me obligó a
volver
Y nunca más he podido
irme
El iris
Es de un color que parece
resultado de mezclar
Dulce de leche con
chocolate
No hay nada negro en él
Debe ser por eso que la
pupila se ve tan contrastante
A veces quisiera ser muy
pequeña y finita
Para dormirme en su iris
Mientras el contempla el
universo
Las pestañas
Son pestañas reinantes en
vida
Pestañas príncipes,
princesas, preciosas
De un centímetro y medio,
aproximadamente, cada una
Arqueadas en perfecta
proporción con su longitud
Las de la línea inferior
Son largas y arqueadas
también
Hacen que sus ojos
parezcan estrellas
Sorprendidas y serenas al
mismo tiempo
Aún no conozco los
límites de su dulzura
Sus ojos se arquean hacia
abajo
En ambos extremos de la
cara
Con un aire melancólico
Pero no hay nada triste
en ellos
Tampoco son fuente de
ninguna alegría exuberante
Simplemente son un
espacio en el tiempo
Donde sientes de golpe
Toda la belleza que puede
haber en el mundo