lunes, 30 de diciembre de 2013

Retrato

Caminas solo, porque el camino es estrecho
No te da miedo pisar los charcos, pues llevas zapatos de goma.

Has vendido cosas cuando necesitabas plata, cambiaste las laminitas repetidas y suplicaste por las que eran difíciles de sacar.
Llegaste justo a la hora del cierre y te devolviste llorando, no pediste que te dejaran pasar porque sabías que podías haber llegado más temprano, pero despertar te cuesta.
No le contarías tus sueños a nadie, porque la gente es insensata y van a pensar que son verdades.
Te arrepientes de muchas cosas y la mayoría de las veces, cuesta demasiado pedir perdón. Tienes amigos, ellos saben quienes son.
La oscuridad te da miedo y tus padres nunca fueron contigo lo que son con tus hermanos.
Sabes que darías más, si la situación lo mereciera, mientras, sonríes todos los días porque encuentras motivos.
Eres sincero

Recuento

Ya me alejé y volví,
ya vi el sol, me quemé la cara,
me resequé la piel, me jodí la retina
Ya planté flores y se las robaron
Ya me quitaron el puesto
Guardé rencor y olvidé

Ya fui víctima de intentos de asesinato
Fui a funerales, míos y ajenos,
Lloré a los de lejos y alejé a los de cerca
Ya tomé lo que no es mío y tuve que devolverlo
Manché ropa recién comprada
Ya rompí porcelana cara
y quise pegarla pero perdí pedazos

Ya me corté y no salió sangre,
Morí por una mirada, resucité
Lloré un río y rescaté al que se ahogaba
Caminé con un zapato despegado
Me caí por los cordones sueltos

Ya me colé en filas
Me acusaron y fui salvada
Ya mentí y me creyeron
Ya pedí perdón y no me lo dieron
Me condenaron

Ya me dejaron para siempre
Volvieron y yo estaba
Ya me fueron buscando y me había mudado
Me empujaron y no hice nada
Dejé libros a medias, se me olvidó patinar

Ya rompí corazones y remendé el mío
Me perdí entre temores
Ya soñé despierta, abrí puertas
Cerré ventanas
Ya camine tranquila,
Ya me cuidé la espalda.

lunes, 14 de octubre de 2013

En cada vuelta

Voy a convertir mis pupilas en manchas de Rorschach para que leas lo q tengo por dentro. Quiero que puedas verme y ver a través de mí.
Pondré tu nombre en una bandera como si fueras un gran hincha fallecido, aunque estés más viva que nunca.
La semejanza entre los muertos y tú es que ambos son intocables. Y como un espíritu, pareces tener algunas certezas sobre la vida que te mantienen tranquila, y te hacen mover entre calles flotando, dejando ese olor de ángel en cada vuelta.

Sin título 2010

No olvides llevarlos siempre contigo,
puedes guardarlos en el bolsillo.
Asegúrate de tenerlos a la mano en todo momento, para que cuando llegues a sentirte incómodo, puedas sacarlos sin vacilar y usarlos como escudo...
Porque es que si no es para eso,
¿para qué otra cosa pueden servir
los errores de los demás?

18 décembre 2009

http://3.bp.blogspot.com/ Octubre 15 de 2013
Tengo muy mala suerte.
Este amor ya no cabe debajo de la cama, ni en el closet.
Ha decidido no pasar por la puerta y qué puedo hacer?
Lo he dejado en la terraza, a la intemperie, mojándose bajo la lluvia, temblando con la brisa fría y oxidándose... hasta que se lo lleve un reciclador...

miércoles, 9 de octubre de 2013

Tricolor

Me estimulas de una forma constructiva y pedagógica.
No me llames loca.
Debe significar algo que una nalgada se convierta en una exaltación del espíritu, en una sublimación de emociones que desembocan en ganas de hacer declaraciones de amor.

Por lo general escribo para mí

a veces para el mundo

Hoy sólo lo hago para las pecas de tus hombros y tu barba tricolor.

lunes, 7 de octubre de 2013

Orgullo

Subía las escaleras a un ritmo contante y frenético, como si una pausa o desaceleración fuera algún tipo de deshonra.
Competía contra él mismo, porque nunca se había atrevido a competir con nadie más. Al principio de su vida, creía sinceramente en su superioridad frente a sus pares, luego se dio cuenta que lo realmente grande era su orgullo. Grande y frágil.
Nunca se permitiría subir las escaleras con paciencia, pues cualquiera podría confundirla con cansancio o con una capacidad pulmonar reducida. Se exigía para no pasar por débil ante los desconocidos fugaces de todos los días.
El lugar al que se dirigiera era lo de menos. Cada paso era una declaración de juventud y energía, el sonido rítmico lo confirmaba, y cuando la escalera terminaba, asumía nuevamente la horizontalidad irremediable con un suspiro de resignación.

domingo, 11 de agosto de 2013

La duda

Como siempre, todos lo sabían antes que yo. Pero esta vez lo que me dolió fue que, particularmente, él lo supiera.
No sabía qué iba a hacer con este presentimiento/certeza que se me asomaba por cuanto agujero me encontraba.
Ya no tenía tranquilidad.
Y como siempre, uno se pregunta ¿en qué momento pasó esto? 
Como si estar alerta del inicio te diera algún tipo de ventaja ante el final fatídico. Como si no fueran precisamente esas alertas las que no te dejan vivir tranquilo ahora. Como si no supiera que esa cualidad de predecir el futuro es la que impulsa dicho final.
Tenía dos opciones: dejarme tentar y andar de la mano con mis miedos, permitiendo que me condujeran a un suicidio prematuro... O dudar.
Aún vivo. Y nunca había sido tan hermosa la duda.

jueves, 1 de agosto de 2013

La torpeza puede llegar a ser tierna... Creo que la torpeza es parte del lenguaje de la inocencia.

Cordones

"No sabes la inocencia que tienes, hasta que la pierdes", me dijo e inmediatamente se disculpó por pisarme los cordones.
De vez en cuando nos tropezábamos los brazos por caminar en zigzag, pero a ninguno parecía molestarle, por eso me tomó por sorpresa la disculpa de los cordones. "Confiar en otros hace falta cuando más lo necesitas y si empezaste a valorarlo, es porque de algún modo lo has perdido..."
Yo creo que la confianza no se pierde toda... Y que tanto ella, como la inocencia, disminuyen gradualmente, como piezas de rompecabezas que se van extraviando. Nadie vuelve a encontrar nunca las piezas, y eso hace mi posición algo triste. Lo bueno, es que al principio el rompecabezas aún se lee.
No es tan malo caminar en zigzag, chocar los hombros, de vez en cuando puede ser reconfortante.
Y que no se pierda la bonita costumbre de disculparnos por pisarnos los cordones.



Querido 2

Hay que aprender, Carlos, hay que aprender.
No podemos agarrarnos siempre de los mismos sentimientos, por el tiempo y todo eso, pero sobretodo, porque nos estamos poniendo viejos...
El problema cuando te creas una identidad basada en el sentir de un instante es ese: cuando el sentir cambia, te cuesta mantenerla. A mí me esta costando todo esto, hay tantos cambios, principalmente ahora que me dices que me quieres y que sabes su nombre...
La etapa de transición se terminó, Carlos. He llegado a una orilla y ando aún con los remos y la balsa al hombro.
No se si guardarlos o venderlos, necesito el dinero... Pero también es verdad que podría necesitarlos más adelante.
Y sabes, de verdad, de verdad, ¿qué es lo que necesito? No, no es un hombre como tú... 
Lo que necesito es un trabajo.

martes, 16 de julio de 2013

Lo saben



Yo aún no lo sé, pero mis ojos lo saben,
Me dejan notas, sacan letreros, y por donde quiera que mire, hay dibujitos de tu cara que ellos dejan para mí.

Yo aún no lo sé, pero mis dedos lo saben,
Me tocan, fríos, la espalda, para llamar mi atención y cuando volteo me hacen señas, describiéndote.

Yo aún no lo sé, pero mi boca lo sabe,
Me susurra cuando estoy desprevenida palabras que me has dicho y me tira besos, como tú.

Yo aún no lo sé, pero mis piernas lo saben,
Me prometen paseos sorpresa, que siempre terminan en la puerta de tu casa...

Aún no lo sé,  pero mi corazón lo sabe. Y yo, a mi corazón, le creo todo.

lunes, 15 de julio de 2013

miércoles, 10 de julio de 2013

Energía

La energía se divide hacia dos corrientes, la práctica y la personal. Lo cual significa que la segunda, a los demás, no les sirve para nada y por el contrario, la primera, a uno mismo, le sirve muy poco.

Parece que siempre tuviéramos muy pocas posibilidades de ganar, en cualquiera que fuera el juego. Como si la existencia, la luz verde que tenemos cuando empieza la vida, estuviera condicionada a la aceptación de una eterna desventaja ante los caprichos cósmicos, la casualidad y la fatalidad: los verdaderos dioses.

Gastamos la energía práctica en la juventud, luchando contra los dioses. Sólo cuando esta tiende a agotarse, descubrimos la energía personal, que más que un arma es un escudo, estructurado con el conocimiento de nuestras fortalezas y virtudes, blindado con la aceptación de nuestros miedos, reforzado con la reivindicación de nuestras debilidades.

Este es el escudo para las travesuras de los verdaderos dioses. 

viernes, 5 de julio de 2013

Sonrisa puerta, sonrisa ventana

No hay tema del que me guste tanto hablar, como me gusta hablar de amor. Creo que soy fanática del amor. Si algún día conociera el amor en persona, me le lanzaría encima, le diría que podría amarlo...


Aún no he decidido si tus sonrisas son puertas o ventanas.
Me inclinaría por las ventanas, porque, si no hay cortinas que lo impidan, las ventanas permiten ver lo que hay adentro, pero no están hechas para entrar y salir. Puedes entrar y salir, tal vez rompiéndola un poco, en caso de emergencia. Pero yo sería incapaz de desacomodar tu sonrisa para entrar a cualquier lado.
En cambio, puerta es algo que se abre tanto… Tan evidente y público, pero a la vez tan limitante y demarcador.
Sonrisa puerta, que deja entrar y lleva a otros lados o que me detiene y me excluye.
Sonrisa ventana, que muestra cosas, que me antoja, pero nunca violaría. 

Oscuridad

No voy a arrancar dando explicaciones de por qué no escribí en junio.

Hoy se me apareció una revelación más importante, que es la oscuridad. La oscuridad en solitario. No es la que nos acompaña antes de dormir todas las noches o la que nos escondía cuando de niños jugábamos a buscarnos.
La oscuridad  en solitario, cuando se te sale de las manos, es como un visitante sorpresa, al que tienes que atender, porque aprecias y eres una persona amable, sólo que para el caso, el visitante eres tú mismo.
Descubrí el sentir ser visitante de tu propia vida. Llegar de improvisto e inspeccionar que has estado haciendo contigo. En esos momentos, eres el mejor crítico y no se te escapa la más mínima mota de polvo sobre tu conciencia, la mancha más imperceptible sobre tus acciones, ni olvidas el cajón donde escondiste tus intenciones.
Esperas nervioso, como ante todo análisis externo, que pase pronto y te haya ido bien, pues nada peor que decepcionarte a ti mismo.
En caso de existir lo que el eufemismo llama “oportunidades de mejora”, no hay fechas o una programación que determine cuándo sería la revisión. Lo cual, dada nuestra naturaleza, permite olvidar pronto el compromiso adquirido o las falencias encontradas. Vives en general tranquilo, porque la luz es la constante y cómplice distractora de tus jueces. Puede que nada perturbe la inercia de tu vida, mientras haya energía eléctrica y compañía.
Hoy se me fue la luz. Y no toleré no haber escrito nada en junio.

Habrá otras “oportunidades de mejora”, pero nadie quiere decir su nota cuando le fue mal en el examen.

domingo, 19 de mayo de 2013

Nostalgia

Extraño estar tirada contigo en algún lado y observar muy de cerca tus manos, tus dedos tan peculiares. Extraño tus uñas chiquitas y tu piel que es tan suave siempre.
Ahora que lo pienso, extraño tu olor fresco. Y tu presencia, que es ligera, pero acogedora. Algo así como aire tibio en una noche fría.
Te extraño en silencio y hablando, casi puedes hacer ambas cosas a la vez.
Y extraño tus ojos, mirándome, sin tiempo.
Extraño tu compañía sin horas... Sin prisa, porque podíamos vivir eternidades, en cualquier momento, el día que fuera.


"Ya sé que el video no captó todo eso, pero me ayuda a recordar. Necesito recordar.
A veces hay tanta belleza en el mundo. Siento que no puedo soportarla y que mi corazón simplemente se va a rendir." Rick, en Belleza Americana.

Ya sé que las palabras no captan todo el sentir, pero me ayudan a recordar... Y necesito eso.

Búsqueda

Conocerte ha sido de
lo más difícil.
Las ramas muy por encima de mi cabeza, me protegen del exceso de luz.
A veces el exceso de luz es malo. No porque lastime los ojos, sino porque permite ver ciertas realidades poco alentadoras.
Por lo general no reconocemos todos los caminos que andamos y nos sorprendemos llegando a destinos que no buscamos.
Mientras, nos desalentamos por otros lugares que anhelamos desde siempre y no encontramos. Es como si no existieran.
Conocerte es uno de esos sitios que no sé si existan y mientras ando y me alimento de sorpresas y coincidencias felices, me entran las ganas de preguntarle a otros cuánto tiempo llevan caminando.
Sé que nadie respondería sinceramente. Se que muchos negarían que buscan algo.

Hay que moverse.
No pasa nada bueno estando quietos...
Ni el agua, ni los electrones, ni los planetas existen sin moverse.
La quietud es la muerte.

Mensajes acariciados


La sensualidad es un camino y un espacio de expresión. Es otro lenguaje.
Hay mensajes que no se transmiten escritos o pronunciados. Hay mensajes acariciados.
Hay personas tímidas con las palabras y también hay otras tímidas con la piel.
Para expresarse no siempre se tienen todos los recursos. 
Hay canales que las tecnologías de la comunicación no nos han facilitado.

viernes, 17 de mayo de 2013

El mismo tipo

Todos los hombres de Buenos Aires son iguales.
Y no hablo de su personalidad o su forma de tratar, no. No me crean tan superficial.
Hablo del físico.
Todos son altos, muy blancos, de ojos grandes, pelo liso, manos bonitas y buena estructura ósea. Me tienen aburrida.
Me he encontrado al mismo tipo 847 veces en el bondi (bus), en el ascensor, en la cafetería de la facultad, en los bares... Y no es el mismo tipo. Son tipos diferentes.
Deberían verse eso con el médico.
No es normal y me asusta.
¡Gente, el mestizaje existe!

miércoles, 15 de mayo de 2013

Suciedad

La suciedad me persigue.
Lo mío no es tener las cosas limpias.
Habría fracasado de seguro en estas asignaturas de dibujo técnico en las que tienes que entregar todo perfectamente limpio.
De hecho, fracasé muchas veces por eso en mis entregas de diseño.
Pero no es mi culpa. La suciedad me persigue y se apega a mí como un niño a su personaje admirado.
Yo siento que la suciedad me admira y, sobre todo, me respeta.
Nunca daña cosas importantes o se aferra cuando le digo que no puede acompañarme a algunas partes. Aparte, tiende a ser bastante discreta ante el mundo, como si guardara silencio para no molestar a nadie o interrumpir alguna conversación interesante.
Si les parece una locura, acérquense y verán mi discreta suciedad, en el exterior de los libros, en lápices, en la carterita del maquillaje, en las esquinas de mis lentes y en el fondo de mi bolso.
Quien quita y descubran que la suciedad también es admiradora de ustedes.

miércoles, 17 de abril de 2013

Aniversario no celebrado

Ya lleva más de un año Adiós cobardes. Eso me gusta mucho.
Gracias a todos los que pasan o pasaron por mi vida diariamente. Contribuyen o contribuyeron en secreto a clasificar y ordenar en posts esas ideas que con perseverancia me persiguen.
Espero que me sigan persiguiendo y cuando me alcancen, trataré de seguirlas ordenando.
Espero que no llegue el momento en que me toque a mí perseguirlas, pues ser perseguido siempre me ha parecido un poco más bonito.
Mi tranquilidad es que siempre habrá nuevos cobardes a quienes decirles adiós.

Árboles

4 de abril

Los árboles podrían ser una representación de los seres humanos.
Crecen erguidos al cielo (la mayoría), extendiendo sus ramas, como los hombres crecemos proyectándonos hacia el mundo.
Las raíces son responsables de alcanzar la fuente de alimento y están ocultas, bajo tierra, como nuestra inspiración, que es secreta. Nadie sabe qué alimenta el crecimiento personal de cada uno.
Las hojas son el final y los frutos el producto.
Tronco y hojas muestran la madurez del árbol y las hojas caen y vuelven a la tierra para alimentar otros árboles o para estorbar en algunos lugares... A veces el caer de las hojas es romántico, otras veces es molesto, depende del contexto.
En las personas, las hojas son la personalidad (algunos están adornados con flores: unas son más grandes y vistosas, otras más pequeñas y discretas), el resultado de nuestras vivencias, nuestro carácter. Dependiendo del contexto, así asume la sociedad nuestro comportamiento (como con las hojas). En algunos contextos es positivo, en otros se piensa que no aporta mucho y se mira como poco virtuoso.
Nuestras virtudes, como el efecto de las hojas, son relativas. Para algunos, alguien puede ser "cauto" y "paciente", para otros, "temeroso" o "lento".
Y los frutos... Así como los árboles, no todas las personas dan frutos...

Infinidad


Esa cualidad de ciertas cosas de no poder ser completamente entendidas, la llamaré infinidad o capacidad para ser infinitas; pero no en el sentido de la física o las matemáticas. 
Hablo del infinito en relación a poder ser experimentadas, sentidas, vividas, exploradas, sin límites, porque tienen la cualidad de no ser entendidas por completo al añadir a su complejidad el hecho de transformarse, cambiar según el tiempo y el observador, presentarse de muchas maneras… Y digo cualidad porque, cuando entendemos algo, lo dominamos, lo aplicamos, lo usamos, tenemos el control sobre ello, de modo que en algún momento podemos matarlo o cambiarlo a nuestro antojo, lo cual implicaría que podría dejar de existir.

Por eso pienso que le queda bien la palabra infinito a aquello que no comprendemos del todo.
Es infinito el sentir, es infinita la belleza, así como es infinito el amor y es infinito el universo.

lunes, 8 de abril de 2013

Excusas

Hay un impulso extraño en las personas, que es quedarse quietas cuando al rededor hay muchos cambios. En realidad lo pensé principalmente como una excusa, por no haber escrito nada en marzo, luego fue que comenzó a tener sentido... Como esas relaciones que se empiezan en la adolescencia por razones equivocadas, luego empiezas a crecer y como ya estás, por decirlo de alguna forma, envuelto y expuesto, los sentimientos cobran significado y se vuelve una gran experiencia.

He aprendido a escribir con casi cualquier pretexto y en algún lugar leí que eso era bueno... La dificultad llega en la marcha, cuando quieres definirle un rumbo a los textos y te encuentras dos párrafos después, sin idea principal y sin un objetivo que te indique cuando puedas terminar.

Creo que el punto, de todo esto que he dicho y por el cual comencé, es comentarles que estoy en Argentina y que a mi blog no le ha servido de nada.

Parte uno


A veces quieren tapar cosas, echándoles tierra y tierra encima. Tierra y muebles y animales y música y alcohol y drogas, bailes y sexo y más tierra y gente nueva y hobbies y ropa y cambio de look y desahogos escritos o pintados y psicólogos y reflexiones y paisajes y atardeceres y amaneceres y Parque Tayrona y espiritualidad y tiempo en familia…

Pero la pila de cosas se mueve y se agita de tanto en tanto. Se sacude como un perro que quiere evitar ser enterrado por tantas inutilidades de una vida sana. Lo que está abajo se agita, como un perro cuando lo acaban de bañar.

No quería escribir una de esas historias patéticas que solo son historias y nada más. Necesitaba contenido filosófico. Era su oportunidad de tocar mentes. Y ¿para qué? No encontraba ninguna justificación motivante.
La teoría del absurdo llegó y se instaló entre frente y nuca. (¿Rebuscado? Tal vez, pero es mi texto.) Entre frente y nuca se le instaló el sentir absurda la existencia. El verdadero motor actual era conseguir los medios para mantenerse feliz hasta que la muerte llegara y eso iba a hacer. Era su decisión de vida. La más sensata, la más convincente que había encontrado. La única en la que tenía fe.

Era obvio que la falta de amor le estaba afectando. Era obvio, no?

En secreto (¿qué más secreto que hablar con uno mismo y no comentar con nadie lo pensado? ¿Igual cuenta como secreto? ¿Acaso la magia del secreto no radica en la posibilidad de ser descubierto, y si no sale de tu boca esta posibilidad se anula? Poseía un secreto sin magia entonces), sentía que el amor no solucionaría nada. Sería lo mismo, pero con la responsabilidad de los sentimientos de alguien más a cuestas. Y algo más de compañía. (Es bonito, igual)

A lo lejos sentía disparos o explosiones de bombas… En ningún caso le causaban inquietud o lo hacían estremecerse; como si estuviera preparado para la guerra.

Tal vez una guerra es lo que su vida necesita.

Las guerras son momentos muy sinceros en la humanidad. Nadie se preocupa por cosas que no importan. 

Normal

Sales a la calle con la burla encendida.
Te mofas  y te miran, como si nadie supiera la verdad.
Buscas refugio en casas especiales, en las que nunca has entrado.
No sabes, en realidad, si se pueda entrar.
Pasa el tiempo y cuando pierde la gracia, te levantas, recoges tus cosas, buscas el camino, saludas a los vecinos (siempre serio), entras a casa, vives tu vida normal.
Y no vuelves a salir, hasta que encuentras otra cosa de la cual reírte.

miércoles, 20 de febrero de 2013

Marino



Hay un barco que quisiera mostrarte, ahora que renunciamos a la aviación.
Tal vez el mar sea un poco más agradecido. Tal vez el agua pueda llevarse lo que el orgullo quiso conservar y tal vez, las olas que van y vienen, nos recuerden sueños viejos...

Revueltos


Es bueno que algunas cosas no cambien. Siempre necesitaremos un referente, como los puntos y las líneas.

No sé que voy a hacer con este olor de menta-contigo, de profunda limpieza y un rastro lejano de humedad.

A veces, me asusta lo poco que tú has cambiado, como para que, de algún modo, no te pueda perder de vista.

Lo que no sabemos, es que no te puedo dejar de ver, aunque quisiera, porque tienes ese halo de secreto entre amigos, de silencio cómodo, de lugar seguro, de 5 de la tarde, de columpio de colegio, de camisa favorita, de sonrisa de infancia; que nunca me va a dejar en paz.

Lejos


De repente, me di cuenta de que había pasado el tiempo, no sólo en ti, sino en nosotros.

Y nos vi muy lejos, como la ciudad desde la cual se despega, cuando vamos en un avión.

Ya la memoria no es tan buena, sobre todo si no se alimenta y hay tantas cosas nuevas que recordar.

Y sin los recuerdos, no seríamos nada, porque recuerdos somos en este momento.

Siento una nostalgia tranquila. La nostalgia que despierta aquello que ya no puedes cuidar, pero que está bien sin ti.

Como un hijo que crece y se va de casa. 

jueves, 24 de enero de 2013

A lo Lady Gaga

A mí me gusta lo extremadamente romántico. Como intentar ser cursi. Así, a lo Lady Gaga.
Deberíamos fumar juntos. ¿Sabes en qué he pensado mucho? En tus manos. Me traman.
Y ¿Sabes que me gusta de tu y yo? Que a veces entendemos el juego y jugamos bien, aunque cada uno juega por separado. Nadie le sopla a nadie...
Yo no le tengo miedo a nada de ti. Y ya que estamos en este punto, he intentado imaginarte desnudo. ¿Cómo has hecho para mantenerte tan en tu sitio todo este tiempo?

Sweet child


Quiero asustarte con mi locura. Mostrarte todo esto y que corras, que huyas, que muestres quien eres, ponerte contra la pared y que saques todo.
Cuando lo hagas, todo terminará.
Tú dices, ¿tú piensas que también eres especial? Yo quiero que lo seas. Nada me haría más feliz.
Where do we go now?

Hay que ver


Hay que ver lo que está dispuesta a hacer la gente por un sorbo, por un instante, de eso que consideran La Felicidad. Están dispuestos a dejar de ser, a rechazarse, a ofenderse, a perdonar lo imperdonable y dejar pasar lo que jamás aceptarían.
Algunos insensatos hasta se peinan diferente y dejan de vestir la ropa que más les gusta.
Cambian sus rutinas para encontrarse con sus almas gemelas; almas gemelas con las cuales nada tienen en común.
Cambian hasta su forma de querer.
Finalmente, han cambiado tanto, que un día se dan cuenta que no son ellos los que son felices, sino otros. Hicieron felices a unas personas nuevas, que inventaron, poco a poco.