martes, 16 de julio de 2013

Lo saben



Yo aún no lo sé, pero mis ojos lo saben,
Me dejan notas, sacan letreros, y por donde quiera que mire, hay dibujitos de tu cara que ellos dejan para mí.

Yo aún no lo sé, pero mis dedos lo saben,
Me tocan, fríos, la espalda, para llamar mi atención y cuando volteo me hacen señas, describiéndote.

Yo aún no lo sé, pero mi boca lo sabe,
Me susurra cuando estoy desprevenida palabras que me has dicho y me tira besos, como tú.

Yo aún no lo sé, pero mis piernas lo saben,
Me prometen paseos sorpresa, que siempre terminan en la puerta de tu casa...

Aún no lo sé,  pero mi corazón lo sabe. Y yo, a mi corazón, le creo todo.

lunes, 15 de julio de 2013

miércoles, 10 de julio de 2013

Energía

La energía se divide hacia dos corrientes, la práctica y la personal. Lo cual significa que la segunda, a los demás, no les sirve para nada y por el contrario, la primera, a uno mismo, le sirve muy poco.

Parece que siempre tuviéramos muy pocas posibilidades de ganar, en cualquiera que fuera el juego. Como si la existencia, la luz verde que tenemos cuando empieza la vida, estuviera condicionada a la aceptación de una eterna desventaja ante los caprichos cósmicos, la casualidad y la fatalidad: los verdaderos dioses.

Gastamos la energía práctica en la juventud, luchando contra los dioses. Sólo cuando esta tiende a agotarse, descubrimos la energía personal, que más que un arma es un escudo, estructurado con el conocimiento de nuestras fortalezas y virtudes, blindado con la aceptación de nuestros miedos, reforzado con la reivindicación de nuestras debilidades.

Este es el escudo para las travesuras de los verdaderos dioses. 

viernes, 5 de julio de 2013

Sonrisa puerta, sonrisa ventana

No hay tema del que me guste tanto hablar, como me gusta hablar de amor. Creo que soy fanática del amor. Si algún día conociera el amor en persona, me le lanzaría encima, le diría que podría amarlo...


Aún no he decidido si tus sonrisas son puertas o ventanas.
Me inclinaría por las ventanas, porque, si no hay cortinas que lo impidan, las ventanas permiten ver lo que hay adentro, pero no están hechas para entrar y salir. Puedes entrar y salir, tal vez rompiéndola un poco, en caso de emergencia. Pero yo sería incapaz de desacomodar tu sonrisa para entrar a cualquier lado.
En cambio, puerta es algo que se abre tanto… Tan evidente y público, pero a la vez tan limitante y demarcador.
Sonrisa puerta, que deja entrar y lleva a otros lados o que me detiene y me excluye.
Sonrisa ventana, que muestra cosas, que me antoja, pero nunca violaría. 

Oscuridad

No voy a arrancar dando explicaciones de por qué no escribí en junio.

Hoy se me apareció una revelación más importante, que es la oscuridad. La oscuridad en solitario. No es la que nos acompaña antes de dormir todas las noches o la que nos escondía cuando de niños jugábamos a buscarnos.
La oscuridad  en solitario, cuando se te sale de las manos, es como un visitante sorpresa, al que tienes que atender, porque aprecias y eres una persona amable, sólo que para el caso, el visitante eres tú mismo.
Descubrí el sentir ser visitante de tu propia vida. Llegar de improvisto e inspeccionar que has estado haciendo contigo. En esos momentos, eres el mejor crítico y no se te escapa la más mínima mota de polvo sobre tu conciencia, la mancha más imperceptible sobre tus acciones, ni olvidas el cajón donde escondiste tus intenciones.
Esperas nervioso, como ante todo análisis externo, que pase pronto y te haya ido bien, pues nada peor que decepcionarte a ti mismo.
En caso de existir lo que el eufemismo llama “oportunidades de mejora”, no hay fechas o una programación que determine cuándo sería la revisión. Lo cual, dada nuestra naturaleza, permite olvidar pronto el compromiso adquirido o las falencias encontradas. Vives en general tranquilo, porque la luz es la constante y cómplice distractora de tus jueces. Puede que nada perturbe la inercia de tu vida, mientras haya energía eléctrica y compañía.
Hoy se me fue la luz. Y no toleré no haber escrito nada en junio.

Habrá otras “oportunidades de mejora”, pero nadie quiere decir su nota cuando le fue mal en el examen.