miércoles, 17 de febrero de 2016

Presente

















Hay que agarrarse fuerte
de ese borde áspero que tienen los momentos
y no soltarlo
creyendo que va a seguir estando ahí

Los momentos rotan y se esconden
tan bien a veces
que no volvemos a encontrarlos

Después nos pasamos la vida mirando hacia los lados
levantando las piedras
arrancando frutas que todavía están verdes
y llamando a un perro
que ni se sabe su nombre

Me preguntó ‘cómo estás’


y yo no estoy
yo lo que tengo es un dolor
que me tiene quebrado el esternón
y ese mismo dolor
no deja
que se me terminen de separar las partes

Llóralo
como si fuera la única salida de esa casa con poco oxígeno
y se aproximara una tormenta de almohadas congeladas
de cartas en llamas

camino rápido
a ver si encuentro
donde llegar
por fin
para dejar la maleta que traigo en la espalda
cargada de silencios
y de miradas al suelo
que querían ser besos