“(…) Y es así
Como se va enredando el cuento,
Como se va enredando el cuento,
como se va torciendo el tiempo
Como te quedas ciego
Como te quedas ciego
y es así, y es así, y es así
Como te vas creyendo tus propias mentiras
Y luego el silencio se vuelve un lamento de guerras perdidas
De guerras perdidas (…)”
Como te vas creyendo tus propias mentiras
Y luego el silencio se vuelve un lamento de guerras perdidas
De guerras perdidas (…)”
-Bacilos, ‘Guerras Perdidas’
Me
perdí el encuentro que definió nuestro futuro
aunque
en realidad no haya ninguno
Una
parte de mí lo supo, pero olvidó avisarme
Yo
tampoco habría escuchado
porque
no creía en palabras de niños
y
porque en esa época me ocupé sembrando y escogiendo verduras
en
mi nuevo hobbie de entonces, que era el huerto
Las
berenjenas y pimentones me distrajeron con sus colores
y
el jugo de los tomates ocultó las lágrimas
confundí
la sangre en las rodillas con tierra
y
te traté de negligente por no ayudarme con los retoños
olvidando
que no podías arrodillarte
Un
día de noviembre
terminando
de recoger la cosecha que sobrevivió a la lluvia
vi
una carta bajo mi puerta
Era
una carta sucia
con
manchas de dedos
y
bordes quemados
La
abrí e inmediatamente se me cayeron los tomates
Era
un ÚLTIMO AVISO
con
varias páginas de PREAVISO anexadas
en
ese momento entendí todo:
Perdimos
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