miércoles, 20 de febrero de 2013

Lejos


De repente, me di cuenta de que había pasado el tiempo, no sólo en ti, sino en nosotros.

Y nos vi muy lejos, como la ciudad desde la cual se despega, cuando vamos en un avión.

Ya la memoria no es tan buena, sobre todo si no se alimenta y hay tantas cosas nuevas que recordar.

Y sin los recuerdos, no seríamos nada, porque recuerdos somos en este momento.

Siento una nostalgia tranquila. La nostalgia que despierta aquello que ya no puedes cuidar, pero que está bien sin ti.

Como un hijo que crece y se va de casa. 

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