duele que haberte me perdido admito
mañana transparente
después de una cena extendida y sentida aún más larga
por los comentarios puntiagudos de tu madre
aún recuerdo su voz fucsia
flúor
todo lo que no quiero ser
en una mujer
que ni siquiera tiene la
sensatez de ser gorda
para inspirar un poco de
ternura
no
es flaca
flaca y filosa
perdido que me duele haberte admito
despierto
sabiendo
que me espera un cronograma frío
y
una cocina que calienta muy lento
un
baño que debería ser más blanco
una
montaña arcoíris para el laundry
me
acompañan sonidos lejanos
mañanas
de otros
que me haberte admito perdido duele
volvía
a casa de Manzanillo
con
las rodillas saladas
Salomón
me lamía la arena de los tobillos
me miraba aterciopelado
tenía
los ojos de un marrón dulce
siempre
me recordó los tuyos
haberte me admito que duele perdido
subía
las escaleras y te encontraba hecho almohadas
jugando
a matar zombis
me
acostaba en tu espalda
te
llenaba de besos
podían
pasar días
o
no pasar el tiempo en absoluto
el
sonido de los zombis
caricias
entrecortadas
arena
y
la avenida 5 pisos más abajo
duele me perdido que admito haberte
esas
caricias ya estaban envenenadas
con
adioses
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