No hay
nada que perdonar
¿Cuándo ha
servido para algo la culpa?
¿Cuándo?
Para qué
le sirve la culpa al ofendido?
Tú me
incomodas
con tu aura
de vidrio templado
Yo te
incomodo con mis gritos y mi explosión de tripas que manchan paredes
ya hace
más de una semana que no te veo
y no
importa
porque sé
que en
ningún momento te extraño más
que cuando
te tengo al lado
A veces me
da miedo
y te
quiero preguntar
por qué no
te pareces tanto
a mis
recuerdos contigo
no cruzo
más con tus pupilas
ni tropezamos
las manos
abajo a
propósito
el hilo
está roto
no hay
quien ate
estos cabos
No hay comentarios:
Publicar un comentario